Recientemente,
el Britis Medical Journal (BMJ) y otras
organizaciones lanzaron la campaña AllTrials que promueve la publicación de
todos los datos de ensayos clínicos de las medicinas aprobadas actualmente,
independientemente de sus resultados. La liberación de esta información
permitiría establecer la verdadera eficacia y seguridad de los medicamentos
existentes.
Un
estudio publicado en el BMJ mostró que sólo el 22% de
los estudios registrados en EE.UU. reportaban sus resultados un año después de
la finalización de los mismos, a pesar de que el reporte es obligatorio.
Ninguna sanción se ha establecido para este incumplimiento de la legislación
sanitaria.
La
Colaboración Cochrane inició también recientemente una campaña para solicitar la publicación de
todos los estudios clínicos que se han realizado con el medicamento Tamiflu®
(olseltamivir), comprado masivamente por los gobiernos de un gran número de
naciones cuando se anunció la pandemia de la influenza AH1N1. Esto debido a que
existen serias dudas sobre su eficacia y Roche se niega a publicar la
información aún oculta.
PhRMA,
asociación que agrupa las multinacionales farmacéuticas de EE.UU., mostró su
rechazo a la iniciativa AllTrials argumentando principalmente que ésta atenta
contra la privacidad de los pacientes que participan en los estudios clínicos y
dificultaría el reclutamiento de pacientes para los mismos.
Sin
embargo, el gigante GlaxoSmithKline (GSK) decidió ir en contra de PhRMA e hizo pública su
intención de apoyar
la campaña AllTrials.
GSK
fue el objeto de un gran escándalo en 2011 por declararse culpable de
una serie de crímenes contra la salud pública, entre los que se destacan el
haber ocultado información clave de eficacia y seguridad del antidiabético Avandia®
(rosiglitazona) y el promover el uso de varios de sus medicamentos en
indicaciones no aprobadas por la FDA.
La
multinacional parece decidida a aumentar la transparencia de sus
investigaciones y está trabajando para publicar datos anónimos a nivel del
paciente para que el público en general pueda verificar los resultados
publicados.
La
posición de GSK muestra que la transparencia en la investigación clínica no
pone en riesgo el desarrollo de nuevos medicamentos, lo que contradice la
posición de PhRMA.
Así. se evidencian los diversos intereses que entran en conflicto en un tema que afecta enormemente el modelo de negocio de la industria farmacéutica multinacional, que se ha basado últimamente en una inversión baja en I+D (que resulta en la comercialización de medicamentos con pocas ventajas con respecto a los existentes ) y en el marketing agresivo de los mismos. Es necesaria una regulación estricta que prevea sanciones adecuadas de manera
que se garantice la transparencia e idoneidad de un proceso tan importante para
la salud pública como lo es la investigación biomédica.
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